María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- “Más empresas cerradas y más desabastecimiento”, asegura la presidenta de Consecomercio, Cipriana Ramos, es en lo que se traducen los ajustes ordenados por la Sundde.
Precisa que “todos vamos a la quiebra porque no están respetando las estructuras de costos ni la ganancia. El fin es acabar con el sector empresarial porque saben que si no tenemos el capital estimado, no se podrá reponer inventario y eso nos obligará a bajar las santamarías”.
Señala que ya hay un precedente, cuando en el 2013 ocurrió el fenómeno del Dakazo y la consecuencia fue el cierre masivo de locales. “Están valiéndose de medidas para hacer lo que está entre líneas en el Plan de la Patria, como eliminar al sector privado. Son demasiados ataques”.
A juicio de Eduardo Quintana, presidente de la Cámara de Comercio de La Guaira, es una injerencia abusiva por parte de la Superintendencia, “activando el populismo y haciéndole creer a la gente que el comerciante es un ladrón, cuando realmente es una víctima de su arbitrariedad”.
Proceso inflacionario no se controla con rebajas
Quintana asegura que el Gobierno Socialista mantiene un desconocimiento total de los procesos económicos y del control de la inflación, cuando “pretende darle acceso a los bienes al pueblo con mentiras de especulación y rebajas salvavidas”.
Aún cuando el Ejecutivo sabe que los precios del dólar Simadi, sobre los Bs. 600, ya generan un aumento en los servicios, ellos “parece que se hicieran de la vista gorda al culpar al comerciante a quien no se le apoya con la asignación de sus divisas que suben constantemente, igual que el dólar negro”.
Declara que debido a la acelerada inflación, los precios suben diariamente y el venezolano de a pie no tiene acceso a los artículos “por más que se quiera ayudar. La economía actual está viciada e inestable. Ahora con estos operativos en los momentos más críticos del país, ocurrirá el cierre y quiebre del sector empresarial”.
Critica además que estas fiscalizaciones sorpresa también sean relámpago ya que “ni siquiera se detienen a escuchar a los administradores o a revisar con calma las facturas. Son arbitrarios al rebajar 30% o 50%, para alborotar y darle falsa alegría a quienes hacen cola afuera”.
Línea blanca es el principal objetivo
Quintana cuestiona que se activen fiscales y militares para evaluar estos comercios, pero nadie hace seguimiento al destino de los productos Haier que están llegando por vía del Gobierno y que no se ven en la calle.
“Cada 15 días está llegando a los puertos esa mercancía que nadie sabe dónde la venden. La mayoría de los venezolanos no tienen acceso a esos productos que supuestamente son más baratos, ya que cuando se asoman por allí están a precios exorbitantes. Eso nadie lo controla”. /jd