Hasbely Bolívar
Desde el inicio de la pandemia del covid-19 se ha registrado un declive en las ventas que llegó de la mano con los meses de inactividad y la cada vez más grave crisis económica.
«Ahora la gente si acaso compra cemento por kilo para remendar los huecos en las paredes o alguna otra cosa para hacer pequeñas reparaciones», declaró Milagro Sarmiento, creadora de la Cámara de Ferreteros de La Guaira y dueña de Ferrefe, en Catia la Mar.
A Sarmiento, le ha costado mantener el negocio y le es casi imposible renovar el inventario, por lo que solo ofrece mercancía que tiene ya bastante tiempo en el local. Por eso ya dejó de vender pinturas y cemento. «No me queda casi nada, estoy baja de inventario. Además, se ha convertido en una odisea conseguir el cemento».
La encargada de la Ferreangel en Macuto, indicó que el no trabajar en la semana de cuarentena radical ha perjudicado el doble al sector, herido gravemente por la caída en las ventas.
Coincide en que los clientes compran lo que necesiten al momento por ejemplo: juego de llaves de lavamanos y fregadero, tubos, suiches, por mencionar algunos.
Ofrece el galón de pintura en $6.80 y el cuñete $23.90 en variedad de colores, «pero se vende muy poca, pues la gente tiene otras prioridades».