Rodolfo Ruiz
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Aunque los terminales están cerrados, los transportistas de la Caracas-Litoral que recogen pasajeros desde Caribe y Catia la Mar, deben cumplir con el nuevo horario que es de 6:00 a 6:00 y aplicar un estricto control de las medidas sanitarias.
Así lo informó Mario Nuñez, presidente de la línea Malavé Villalba, quien señaló que se consiguen con tres alcabalas en la autopista: en el 171, antes del primer Boquerón y en la entrada de Catia.
“Estamos respetando los horarios y las normas para que no nos devuelvan. No podemos llevar pasajeros de pie, por lo que solo deben abordar 16 de 32 puestos que tienen los Encavas”.
Sobre los puntos de control refirió que “el del 171 y el que está entrando a Catia son los más estrictos. A los pasajeros y choferes los regresan desde allí si no tienen salvoconductos”.
“Contamos con 40 autobuses en la parada de Capitolio y 60 en la de Gato Negro. El problema que se les está presentando esta semana es que debido a la radicalización no tienen casi pasajeros”.
“Solo se está realizando un viaje de ida y vuelta de cinco que se hacen regularmente. Esto baja los ingresos y nos afecta a todos”./jd