Una tregua humanitaria para permitir el intercambio de prisioneros de guerra y de los cuerpos de víctimas entró en vigor el sábado al mediodía. La capital de Nagorno Karabaj, Stepanakert, ya había sido bombardeada el mismo sábado por la mañana; pero, después, la situación permaneció tranquila, salvo por algunas explosiones a lo lejos. Ambos países se acusaron de romper la tregua desde un inicio.
Siete personas murieron en los bombardeos contra la ciudad de Ganyá, en Azerbaiyán, indicó el domingo la diplomacia azerbaiyana, que acusó a las fuerzas armenias, pese a la tregua humanitaria que debía mantenerse en Nagorno Karabaj. «Nuevo ataque de misiles de las fuerzas armenias en una zona residencial de Ganyá, la segunda ciudad de Azerbaiyán, siete muertos y 33 heridos», afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores.
El asesor de la presidencia azerbaiyana, Hikmet Hajiyev, destacó que el ataque tuvo lugar en medio de la noche. «Armenia aprovecha el cese el fuego humanitario para atacar a los civiles azerbaiyanos», comentó.
Por su parte, el ministerio de Defensa de la región separatista de Nagorno Karabaj desmintió luego haber bombardeado Ganyá y acusa a Azerbaiyán de «desinformar».
«Es una mentira absoluta», dijo, y aseguró «respetar el acuerdo de alto el fuego humanitario» y acusó al bando azerbaiyano de haber atacado «Stepanakert, Hadrut, Martuni y otras zonas pobladas». Ereván denunció la muerte de civiles, entre ellos mujeres y un menor discapacitado, a manos de soldados azerbaiyanos en la ciudad de Hadrut, lo que fue negado por Bakú.
“Ya conocemos a los azerbaiyanos, no se puede confiar en ellos. Pueden cambiar de opinión en cualquier momento”, explicó Livon, chófer de taxi que se atrevió a volver a circular.