Luis López – “Las órdenes de la alta gerencia es que los vuelos se vayan vacíos de ser necesario, pero no aceptan lista de espera. Los supervisores están con las manos atadas. Disponen de cupos en los vuelos nacionales e internacionales pero no permiten el ingreso de más pasajeros”, comentó uno de los empleados de la aerolínea, que prefiere el anonimato.
Destaca que desde hace dos semanas, la empresa alquiló un equipo 747 para los vuelos con destino a Madrid –Buenos Aires, y en más de una oportunidad el avión ha despegado con menos de 150 pasajeros, de una capacidad de 500 asientos.
“Son cinco vuelos a la semana. Lunes, martes, miércoles, viernes, sábado y domingo y por lo general los vuelos salen vacíos”, aseveró.
Controles retrasan vuelos
Informó que los vuelos considerados como críticos, como el de Panamá, son revisados con extrema seguridad. “Hay una falla de coordinación de parte de quienes usan el escáner para los equipajes, ya que les prestan mayor atención a ciertos vuelos, retrasando otros, como el de Aruba, que salió una hora después de su itinerario, ayer viernes”.