** Chóferes piden a Imvitracv asfaltar la principal arteria vial del estado
Luisana Brito – Las avenidas del Litoral Central se encuentran en un evidente deterioro, debido a la carencia de un buen plan de asfaltado que logre acabar con los enormes huecos y baches con los que a diario deben lidiar los conductores, pues coinciden que las unidades de transporte público son las que sufren directamente las consecuencias, de esta situación.
La principal arteria vial del estado, la avenida Soublette, se ha convertido en un verdadero desafío para los conductores, quienes deben hacer maromas para no caer en los huecos y en algunos casos en alcantarillas sin rejillas. “Toda la vía está repleta de baches, por lo que manejar por allí significa toparse con múltiples desniveles en el asfalto”, explica Yorman Briceño.
Destaca que la vialidad está intransitable, sobre todo por el elevado de Pariata, donde hay un agujero de aproximadamente un metro de ancho y 15 centímetros de profundidad. “Es imposible no caer en uno de los huecos. Esta situación perjudica mi equipo de trabajo porque se me dañan los amortiguadores y los frenos, además del desgaste de los cauchos, que están bastante costosos”.
En varias oportunidades la planta de asfaltado ha tratado de hacerle “cariñitos” a la vialidad, pero no duran ni dos meses, a causa de los constantes derrames líquidos. “Lo que hacen es colocar pañitos de agua caliente. Los materiales que utilizan no son de buena calidad. Muchas veces las capas de asfalto se levantan a los 15 días de haber sido puestas, además los continuos botes de agua tampoco ayudan”, agrega Briceño.
Una odisea desde el Polideportivo hasta la Guipuzcoana
La zona más deteriorada es el tramo desde el Polideportivo José María Vargas, en Carlos Soublette, hasta la Casa Guipuzcoana, en La Guiara, en el cual se han contabilizado más de 20 agujeros. “Hay huecos que tienen más de cinco años y no han sido asfaltados, tal es el caso de los que están en el cruce del semáforo de Los Cocoteros, en Maiquetía. Por más que hemos hecho la solicitud ante la Alcaldía no nos toman en cuenta”, asegura Dionis Martín.
Señala que las piezas que se dañan con mayor frecuencia son las que componen el tren delantero, además de los amortiguadores. “Siempre me fallan las bujías, correas, bandas, pastillas y rolineras; paso mucho trabajo para conseguirlas y para pagarlas porque todos los meses tienen un precio diferente”.
A pesar de que la Alcaldía ha realizado varios trabajos de rehabilitación, no han sido suficientes, pues la capa asfáltica se deteriora constantemente por la cantidad de vehículos que transitan por la avenida.
Tanto conductores como usuarios del transporte público, exigen a Imvitracv tomar cartas en el asunto, a fin de darle solución a esta problemática que tanto los afecta. LB/ mp