“Cada día monitoreamos puntos cercanos a la frontera con Colombia y la carretera Panamericana e identificamos más de 500 caminantes que huyen de Venezuela para llegar a otros países de América del Sur o quedarse en territorio ecuatoriano, informó Giovanni Bassu, representante de Acnur en Ecuador.
Los venezolanos piden agua y comida porque pasan días, semanas o meses cruzando las fronteras de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, reseña la agencia AFP.
Por su parte, los nuevos caminantes aseguran que les cuesta conseguir el apoyo de los habitantes de las regiones que transitan, cansados, quizás, de haber ayudado a tantos miles que pasaron antes que ellos, pidiendo ayuda que generosamente recibieron.
El incesante río de caminantes hace la larga y peligrosa travesía a pie, sin importar los cambios de clima y a pesar del peligro latente que representa la pandemia y la creciente xenofobia. Los mueve el objetivo de iniciar una nueva vida en otro país, sin tantas limitaciones, donde por lo menos puedan conseguir las tres comidas diarias.
Acnur les entrega en el camino un kit de apoyo para que puedan enfrentar los cambios bruscos de temperaturas y protegerse del covid-19, aseguró Giovanni Bassu.