Aumento de migración eleva a $4.500 millones las remesas del 2024
Según el economista y asesor financiero Aldo Contreras, para finales de 2024 se estima que se reciban unos 4.500 millones de dólares, un incremento de, al menos, 33% en el monto con respecto al año pasado. Esta cifra va relacionada con el incremento de la emigración, calculada en al menos 7,7 millones de personas para abril pasado, de acuerdo con un estudio de la Organización Internacional para la Migración (OIM) y con una proyección de 5 millones de venezolanos que tenían la intención de abandonar el país en los seis meses posteriores a las elecciones del 28 de julio pasado, según una encuesta recabada en junio por la consultora venezolana ORC Consultores.
El economista Manuel Sutherland indicó que el monto estimado que se recibirán en remesas para finales de 2024 está impulsando un “muy tímido” crecimiento económico. No obstante, indicó que “lamentablemente” no hay una información oficial al respecto.
Sutherland, quien es Investigador del Centro de Investigación y Formación Obrera de Venezuela (CIFO) indicó que es “bastante probable” que las remesas sigan teniendo un papel preponderante en la economía nacional ya que le permiten a mucha gente, que no tiene ingresos en el país, poder adquirir una buena cantidad de productos que están circulando en el mercado. Eso le da un poco más de fuerza a una demanda solvente muy débil, muy frágil, y eso permite que haya una rotación de inventarios mayor”, dijo.
Pero, la letra pequeña de todo esto, indica Manuel Sutherland, es que uno de los problemas que hay es la distorsión cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el paralelo, que crea más dificultades. Entre esos problemas, destaca los desincentivos al comercio. Esto genera pérdidas para la sociedad civil, tanto para empresarios como para trabajadores. Es una cuestión que se repite una y otra vez en estas últimas dos décadas de desorden cambiario, de anarquía monetaria, de desorden económico.
Dicho desorden impide que la economía pueda ni siquiera pensar en una recuperación sólida a largo plazo, acentuó. Pero, más allá de la posibilidad de una regulación, Manuel Sutherland indica que, la incidencia de las remesas en la economía familiar es, actualmente, “esencial y vital”, debido a que son el sustento básico de miles de familias.
El problema, para el economista, es que la política monetaria y cambiaria del poder ejecutivo favorece a la apreciación del tipo de cambio, lo cual “disminuye muy fuertemente el poder adquisitivo que despliegan las remesas y por eso le hace la vida mucho más difícil a la población que percibe bajos sueldos, pensiones y jubilaciones”.
En ese contexto, el investigador indicó que se acrecientan las dificultades para quienes reciben remesas. “En lenguaje sencillo, el dinero que se enviaba antes por remesas, compra mucho menos ahora que hace unos pocos años. Los 100 dólares que le enviaban antes sus familiares ahora compran mucho menos por la política de apreciación cambiaria que crea la distorsión en los precios, lo que la gente llama informalmente inflación en dólares, pero no es el término correcto”, aseveró.