“El incremento del ingreso mínimo de 70 a 100 dólares, es un paliativo con poca incidencia sobre el poder adquisitivo, cuando la canasta básica está por el orden de los $600 para una familia de 4 integrantes, según investigación del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros”, afirmó el economista José Ramón Pérez.
El especialista y profesor del Iutirla recordó que en economía hay un efecto de ofertas y demandas. Pero, si no hay ingresos se restringe la demanda y ésto tiene una repercusión en la oferta de los diferentes rubros.
Manifestó que la población está subalimentada y las únicas alternativas de algunas familias son las bolsas vendidas por el Gobierno a precios módicos, las remesas enviadas por familiares desde el exterior y los trabajos extras para mantener sus hogares.
“Había expectativas por un anuncio del aumento del salario mínimo, pero lo que decretó fue un aumento del “Bono de Guerra” a partir del 1º de febrero”.
A su juicio, tarde o temprano el Gobierno deberá decretar un aumento del salario mínimo, que tendrá un efecto en las prestaciones sociales, utilidades y vacaciones, como debe ser.
“En el sector privado los ingresos que devengan sus colaboradores están muy por encima del salario mínimo, aunque estrictamente por nómina puede ser que algunos ganen salario mínimo. Pero, tienen otras retribuciones de ingresos que no tendrán efectos en las prestaciones y sus derivados”.
Comentó que la nómina del sector público no está bien cuantificada, porque algunos estudios de talento humano dicen que oscilan entre 5 y 6 millones de funcionarios y eso es bastante oneroso.
Además, existen más de 4 millones de pensionados por el IVSS y jubilados, aunque estos cumplieron su actividad y contribuyeron oportunamente para sus pagos.
“El Gobierno tiene unos pasivos laborales cuantiosos y aparentemente, no tiene la capacidad financiera para cumplir con esas obligaciones contractuales. Aunque el presidente Nicolás Maduro asomó que para este año habrá mejoras salariales con el aumento de exportaciones petroleras y los ingresos tributarios”.
Crecen el comercio y telecomunicaciones
Pérez reconoció mejoras en la economía a pesar de las trabas burocráticas, y del encaje legal que frena el préstamo bancario. “Las voracidad fiscal también afecta el crecimiento.
“El sector privado ha realizado esfuerzos para salir a flote sobre todo el comercio, las telecomunicaciones y la agroindustria.
En su conjunto el crecimiento para este año 2024 debe estar por el orden del 3,5% a 5% del PIB. Sigue siendo poco para ser un año electoral.
Sin embargo, el primer mandatario anunció una apertura para un crecimiento constante de nuestra economía. Hay que ser optimista y seguir esforzándonos para el bienestar del país”.