Beatriz Rodríguez, Brlaverdad@gmail.com.- Pocos alumnos en las aulas signó el año escolar 2015-2016, y es que en los centros educativos del estado los docentes han mostrado su alarma ante las altas cifras de inasistencia, que en el caso del liceo Pedro Elías Gutiérrez llegó al 30 %, según lo manifiesta la profesora Adriana González, directora del centro educativo.
Señala que los profesores acuden normalmente a clases a cumplir con los objetivos, pero se encuentran en muchos casos con aulas prácticamente vacías, “ante las constantes faltas citamos a los representantes para explicarle la situación, pero son muy pocos quienes responden. Muchos padres solo se les ve la cara a la hora de retirar la boleta, no le hacen seguimiento a sus hijos”.
Explica que hay muchos factores que inciden en el problema y es importante la comunicación familiar, sobre todo en los momentos de crisis para buscar salidas idóneas, pues de lo contrario los adolescentes se encontrarán sin apoyo, “en el liceo nosotros los orientamos, pero la educación del hogar es de suma importancia, hay que guiarlos”.
Para la profesora Belkis Tovar, jefa de Evaluación, este año fueron más los aplazados que el anterior ya que la cifra alcanza un 20%, representando 102 alumnos de un universo de 510. A esto hay que sumarle la deserción escolar, “numerosos estudiantes se retiraron del plantel para trabajar y ayudar a sus padres por la situación del país”.
Indica que las materias más difíciles para los estudiantes fueron Matemáticas, Biología e Inglés. Solo 25 estudiantes del quinto año de bachillerato se graduaron lisos; mientras los otros están presentando remediales.
La deserción genera alteración en la dinámica familiar
Para el psicólogo clínico Wilmar Echarri, los jóvenes son proactivos y arriesgados. Producto de la situación que está viviendo el país, toman sus decisiones para insertarse en el campo laboral dejando a un lado sus estudios, los cual genera una alteración en la dinámica familiar.
Explica que ante estos hechos, el núcleo familiar debe analizarse, pues si bien es cierto que algunos buscan una oportunidad para crecer y avanzar, se pueden dar casos donde los desertores escogen el camino de la delincuencia.
Echarri atribuye el hecho a diversos factores como el embarazo precoz, la disfuncionalidad del núcleo familiar, necesidades económicas y el bachaqueo, sin tomar en cuenta lo que acarrea dejar los estudios, pues esto representa su futuro./jd