Se ha hecho recurrente la visita de niños a las consultas con el odontólogo por problemas dentales, sobre todo caries, debido a la alta ingesta de carbohidratos y azúcares, contenidos principalmente en los refrescos, y a la falta de una adecuada higiene bucal.
La odontóloga Andreína Sifontes, con 13 años de experiencia laboral y con maestría en medicina estomatológica de la Universidad Central de Venezuela, señaló que durante su ejercicio laboral ha visto pacientes entre los 4 y 7 años de edad con dentición temporal bastante afectada conocida “como caries rampantes o de biberón”. Señaló que esos niños tienen prácticamente las estructuras dentales o las coronas consumidas por las caries, apreciándose unos dientes sumamente pequeños con una coloración negra. “Todo ese proceso infeccioso puede afectar también al desarrollo del diente permanente porque los dientes permanentes someten al temporal a un proceso de rizolisis, es decir, absorben todos los componentes de la raíz del diente temporal”.
La especialista dijo que el niño debe ingresar a una consulta odontológica, preferiblemente con un odontopediatra, desde el momento en que le sale su primer diente, entre los 6 y 7 meses de edad, para que se adapte de una manera más fácil a la consulta odontológica. “No hay que esperar a que el paciente reporte dolor y presente caries”. Dijo que deben tener una cultura preventiva, sobre todo con los niños para que se adapten más rápido a la consulta odontológica y se garantice la mayor cantidad de dientes sanos posibles, y que a futuro ese adulto, al estar familiarizado con la consulta odontológica, no le dé terror, porque todavía hay muchos pacientes que reportan tenerle miedo al odontólogo.
Infecciones odontogénicas
La doctora explicó que los niños tienen que cepillarse los dientes en el momento en que aparecen los dientes temporales. En el caso de los bebés de seis meses, se puede empezar con la limpieza de la cavidad bucal con una gasa mojada enrollada entre los dedos del adulto, limpiando la superficie de los dientes para garantizar que esa placa bacteriana no “colonice” de forma prolongada sobre los dientes. Al año de edad, el niño puede comenzar a usar cepillos dentales que sean distribuidos de manera amplia en casas comerciales según los rangos etarios, por lo que se pueden encontrar cepillos de los cero a los 3 años, de los 3 a los 6 años, de los 6 a los 12 años en adelante. “Las consecuencias que traen esas caries dentales en ni- ños son, primero dolor, porque se verá afectada la pulpa dental que está conformada por un pa- quete vasculonervioso, es decir tiene vasos, venas, arterias y nervios; segundo, las infeccio- nes odontogénicas, que no solo se ubicarán en el diente, sino también en las raíces, la zona vestibular y la zona periapical provocando edemas en la cara”.
Indicó que un paciente con dolor tendrá problema en la masticación, porque con esos dientes careados el niño prefiere no masticar. (Lea la parte 2 de esta entrevista mañana)