Alcides Escobar nunca había bateado un jonrón dentro del campo, así que se asombró cuando vio al coach de tercera moviendo los brazos para que se fuera directo al plato al abrir el primer inning de los Reales de Kansas City en la Serie Mundial.
El campocorto venezolano anotó la primera carrera del juego y también terminó sentenciando la madrugada de ayer la victoria 5-4 en 14 innings contra los Mets de Nueva York.
Nadie había conectado un jonrón de ese tipo al abrir un juego de la Serie desde la edición de 1903, la primera de la historia. Además fue apenas el duodécimo en un Clásico de Otoño, siendo el último en 1929.
Ante el primer pitcheo de Matt Harvey, Escobar depositó la pelota entre los jardines central e izquierdo. Michael Conforto trató de llegarle por el izquierdo y Yoenis Céspedes desde el central, pero alguna confusión se produjo al quedarse ambos mirando la pelota.
El cubano Céspedes hizo un amago, pero la pelota le dio en la pierna derecha y acabó anidándose en la franja de advertencia, donde Conforto finalmente pudo recuperarla para lanzarla de vuelta al cuadro interior.
Con la luz verde otorgada por el coach de tercera Mike Jirschele, Escobar no paró de correr. Según Statcast, el recorrido de las bases de 360 pies (109.72 metros) le tomó 15.09 segundos al varguense.
«Cuando pasé por la segunda base vi un momento al izquierdo cuando veo que la pelota le pegó a Céspedes y ahí veo al coach moviendo los brazos», contó Escobar. “Wow, es mi primer jonrón dentro del campo».
Ese hit fue su sexto en 11 turnos al abrir un juego en esta postemporada, incluyendo también un pelotazo. Más tarde, Escobar anotó la carrera de la victoria tras el elevado de sacrificio de Eric Hosmer.
Escobar le batea a primeros pitcheos por inercia. Y no perdona que insistan en lanzarle rectas en la zona de strike. Harvey recibió una amarga lección al retarle con una recta de 95 millas por hora, a la altura del cinturón.