La Asociación de Ciegos de Vargas (Aciva), a propósito de su II aniversario, solicita ayuda gubernamental para la construcción de su sede, ya que actualmente están dictando los talleres en la biblioteca Danilo Anderson, ubicada en Catia la Mar.
“Si bien es cierto que en la región hay instituciones para atender a las personas con discapacidad, no existía una exclusiva para los que tenemos discapacidad visual. Lo que comenzó como un sueño de tres, ahora sumamos 71, y serán bienvenidos todos los que quieran incluirse”, señaló Lerquis Hernández, presidenta de Aciva.
Sostuvo que están dictando talleres para la capacitación en el Sistema Braille, y en Computación contando con el apoyo de la Fundación Infocentro.
“Nos hace falta una sede, porque provisionalmente trabajamos en la biblioteca. También requerimos equipos de computación; y sobre todo grabadoras, para que los nuevos integrantes puedan practicar en sus casas las lecciones, eso es fundamental para su formación”, explicó.
De igual manera, dijo que necesitaban una secretaria en Comisión de Servicio y que forme parte de la nómina de la Gobernación. “Muchas veces se nos atrasa la redacción de documentos porque debemos esperar a alguien con la disposición de hacerlo”.
Cabe resaltar que las personas con discapacidad visual ameritan de un bastón. “El 15 de octubre 2016 recibimos algunas ayudas técnicas, pero el mayor abordaje lo hicimos en Caracas con el apoyo de la Misión José Gregorio Hernández. Sin embargo, nosotros aspiramos que este tipo de actividades se logren en Vargas”, destacó la presidenta de Aciva.
Como parte de la labor social que lleva a cabo esta Asociación está la entrega de documentos de discapacitados ante el Instituto Autónomo de la Vivienda en el Estado Vargas (Ivivar) para la adjudicación de viviendas, además de la carnetización como discapacitado que les facilita ciertas actividades.
“Hemos realizado un curso de Computación y cinco talleres de capacitación en escuelas como la Hugo Chávez, Eugenio María de Hostos y la Panamá. Hago un llamado a las empresas privadas, que no saben en qué destinar su responsabilidad social, a que nos tomen en cuenta para ser beneficiados”./LB/va