Roraima M. Herrera.- Yamberlyn Alfonzo, madre de Andrés José Escobar Alfonzo (23), jamás pensó que la madrugada de este domingo sería la última vez que compartiría con el primero de sus cuatro hijos.
“Era un muchacho bueno, no se metía con nadie. Anoche (sábado) estuvimos compartiendo en la casa, y cerca de la una de la madrugada me dijo que se iba a sentar afuera a terminar de tomarse unos traguitos. De repente escuchamos unas detonaciones, salí corriendo de inmediato y vi a mi hijo tendido en el suelo. Lo trasladamos al Canes, pero murió a pocos minutos de su ingreso, fue cuando sentí que el alma se me desgarraba”.
Explicó que su hijo se desempeña como mecánico, y hace un par de meses había dejado de trabajar en un taller de Las Tunitas, Catia la Mar. Sin embargo, resolvía sus ingresos trabajando como ayudante en otro taller cercano a su casa, en la urbanización Martín Vegas, en Ezequiel Zamora.
“Mi hijo no tenía enemigos, nadie me dice qué pasó, nadie vio nada. Estoy desesperada”.