El número de muertos por las devastadoras inundaciones que han golpeado Kenia por las lluvias torrenciales desde mediados de marzo subió a 291, confirmó este jueves el Gobierno, a pesar de que las precipitaciones han venido disminuyendo durante los últimos días.
Según los últimos datos difundidos por el Ministerio del Interior y recogidos por medios locales, más de 400.000 personas en todo el país se han visto afectadas por las fuertes lluvias, incluyendo alrededor de 280.000 desplazadas de sus hogares, algunas de las cuales han sido reubicadas en 187 campos establecidos por las autoridades.
Asimismo, el número de desaparecidos se mantiene en 75 y el de heridos en 188, detalló el Ministerio.
Para hacer frente a esta crisis, Kenia ha recibido ayuda internacional por parte de las Naciones Unidas, Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y organizaciones como la Cruz Roja, ya sea en forma de aportación económica o con donaciones de comida y otros bienes de primera necesidad.
«El Gobierno está facilitando apoyo logístico, refugio temporal y suministros esenciales a las personas y hogares afectados por las inundaciones», aseguró este martes el portavoz del Gobierno keniano, Isaac Mwaura.
Sin embargo, vecinos de diferentes asentamientos informales de la capital, Nairobi, han denunciado no haber recibido alternativas habitacionales o ayuda económica suficiente después de que sus casas edificadas en zonas ribereñas expuestas a inundaciones fueran demolidas por orden del Ejecutivo keniano.
En este sentido, organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que el Gobierno no actuó a tiempo ni ha respondido de manera adecuada a la crisis, a pesar de las predicciones meteorológicas con las que contaba.