El gobierno de Aruba extendió este fin de semana el cierre de sus fronteras con Venezuela hasta el 10 de marzo de 2022, de acuerdo con un comunicado de la Organización de Aviación Civil Internacional (Notam). El 10 de septiembre de este año, ese país anunció la prohibición de vuelos comerciales, carga y correo provenientes de Venezuela.
16% de la población total de la isla de Aruba (106.000 habitantes) está formada por migrantes venezolanos que han viajado a este país huyendo de la crisis económica, política y social que afecta a Venezuela, según un informe del Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes de Venezuela publicado en abril de 2021.
La situación se repite en Curazao, con 157.000 habitantes y donde 10% de la población equivale a la diáspora venezolana.
La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que para finales de 2021 los países de la subregión del Caribe, conformada por Aruba, Curazao, República Dominicana, Guyana y Trinidad y Tobago, cobijará a unos 224.000 venezolanos.
“Las comunidades de acogida de esos cinco países se han visto afectadas debido a su limitada capacidad de absorción y al impacto del covid-19 en las economías que dependen en gran medida del turismo, mientras que un número cada vez mayor de personas de Venezuela ha aumentado la presión sobre los recursos y servicios públicos”, advierte el informe.