En la audiencia efectuada por la muerte de 6 personas -entre ellas una venezolana- que fueron atropelladas por Enrique Rafael Vives Caballero en la carretera que conecta a la ciudad de Santa Marta con el corregimiento Gaira, en el norte de Colombia, el acusado delante del juez pidió perdón a las familias de las víctimas.
«Quiero decirle a las familias de las víctimas que los acompaño de todo corazón. Me duele a mí más que a otra persona». Vives es un reconocido empresario, miembro de una familia de buena posición económica de Santa Marta y candidato a concejal de esa localidad en 2015.
«Nunca en mi vida había vivido una situación como esta y el shock tremendo que he recibido es lo que me ha hecho estar en una clínica recibiendo tratamientos y aquí estoy, porque no quiero que la gente ni que la juez ni nadie piense que le estoy huyendo a la justicia».
El pasado lunes 13 de septiembre a eso de la 1:30 am, el imputado iba en una camioneta Hilux a exceso de velocidad y en estado de embriaguez. De acuerdo a testigos, manejaba sin luces y en zigzag cuando de forma violenta embistió a 6 jóvenes de entre los 14 y 30 años que caminaban por la orilla de la vía. Habían estado festejando el cumpleaños de un menor y se dirigían a otro sitio a continuar con la celebración.
La venezolana fallecida respondía al nombre de Rafaela Josefina Petit Faneiti (30), había llegado a la nación neogranadina hacía 7 años en busca de un futuro mejor. Tenía 3 hijos de 10 y 8, y una bebé de tres meses de nacida. Trabajaba en una panadería. Ella tenía a su cargo, un sobrino, Brayan José Añez Faneti de 14 años, también de nacionalidad venezolana, que venía en el grupo al momento de la tragedia y que fue el único sobreviviente. Sufrió lesiones en varias partes del cuerpo y se recupera en una clínica.
El acusado fue imputado por homicidio en modalidad de dolo eventual, como autor material del hecho. Además le dictaron medida de aseguramiento en un centro carcelario por considerar que es un peligro para la sociedad, reseñó el portal Zona Cero.