Quienes aún no poseen vivienda propia y no tienen más opción que alquilar o vivir arrimados exigen a los organismos competentes que se les incluya en el plan de distribución comunal de alimentos. Tal es el caso de Diandrymar Mendoza, vecina del urbanismo Martín Vegas, quien asegura que en la última entrega de bolsas quedó por fuera.
“En la casa de mi mama somos dos familias y solo dieron una. Como vivo arrimada, no me tomaron como un núcleo familiar distinto. Me dijeron que si no hay más de siete personas en la casa es imposible que nos vendan dos bolsas. Tengo entendido que hay comunidades en la que sí son conscientes y las están vendiendo por cada familia”. Señala que pese a estar censada como hacinamiento, no fueron oídas sus palabras.
Asegura haber conversado con los encargados del operativo, quienes le explicaron que no era el único caso y por tanto debía quedar igual que los demás. “Además de que la entregan cada 15 días, solo nos dan una incompleta”.
Critica que estos casos no sean atendidos, mientras que sí apoyan las trampas y chanchullos. “Hay personas que no viven en la zona y sí les dan el beneficio”. /MEM/ar