La exministra de Exteriores sudanesa, Mariam Sadeq al Mahdi, aseguró que su hermano y vicepresidente del partido opositor Al Umma, Al Sediq Sadeq al Mahdi, fue arrestado después de que ella enviara un mensaje a sus homólogos en países africanos, árabes y occidentales informándoles de la desaparición del primer ministro, Abdalá Hamdok.
Asimismo, la anterior jefa de la diplomacia sudanesa denunció el arresto de un líder de la coalición opositora la Fuerza de Libertad y el Cambio, Ismael al Taj.
Además de Hamdok, otros ministros del Gobierno disuelto y representantes políticos fueron detenidos hace dos días durante la asonada, aunque aún no se han desvelado sus nombres.
El jefe de las Fuerzas Armadas de Sudán, Abdelfatah al Burhan, confirmó en una rueda de prensa que habían sido detenidos «algunos políticos», sobre los que tenía «dudas» y cuya presencia representaba «una amenaza para la unidad nacional o tenía una influencia negativa» en la situación en Sudán, sin revelar más detalles.
El depuesto primer ministro sudanés regresó a su casa tras ser liberado sin restricciones un día después de que su equipo denunciara que había sido detenido durante el golpe de Estado militar.
Entretanto, el comité interino del sindicato de los trabajadores de la empresa estatal petrolera Sudapet anunció que se unían a «la desobediencia civil como un paso para apoyar al pueblo sudanés», con lo que aumentarían los disturbios que tienen lugar en ese país en rechazo al golpe de Estado.
El golpe de Estado militar tuvo lugar después de un mes de tensiones entre el Gobierno civil y los uniformados, a raíz de una intentona golpista de la que Hamdok acusó a los «remanentes» del régimen de Al Bashir, entre ellos miembros de las Fuerzas Armadas.