Aquí estoy obligada a hacer todo
En un pequeño cuartico de casi tres metros cuadrados, Rosa Palacios se ha mantenido con sus hijos y nietos desde la tragedia del año 1999. En el lugar, cocina, lava y usa una pequeña cama para dormir.
“Es lo que tenemos, aquí estoy obligada a hacer todo. He hecho gestiones en todos lados, pero han sido indiferentes con las familias de este lugar”.
Comentó que aún no pierde las esperanzas de conseguir un techo digno para sus hijos y nietos, a los que brinda cobijo y apoyo a pesar de las limitaciones del lugar. LL/ep