El programa La Educación No Puede Esperar, coordinado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, anunció un presupuesto de $27.200.000 que servirá de apoyo para programas de estudio de niños y jóvenes venezolanos y sus comunidades de acogida en Colombia, Ecuador y Perú.
Este plan educativo, que se aplica en situaciones de emergencia y crisis prolongadas, es integrado por agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales y está previsto que llegue a más de 350.000 niños y adolescentes venezolanos refugiados y migrantes. También beneficiará a las comunidades de acogida en Colombia, Perú y Ecuador.
“El contexto en Venezuela ha forzado aproximadamente a 5 millones a dejar su país y a millones de niñas y niños a abandonar la escuela buscando seguridad en otros países de la región. Estos menores de edad ahora pueden continuar su educación en sus comunidades receptoras, brindándoles protección y esperanza para su futuro. Esto es precisamente lo que necesitan ahora. Su educación no puede esperar hasta que esta prolongada crisis termine”, dijo Yasmine Sherif, directora del programa.
Esta inversión se suma a la primera respuesta de emergencia en la que Naciones Unidas aportó 7 millones de dólares para el programa en 2019. Sherif señaló que se necesita una acción colectiva e hizo un llamado urgente a donantes públicos y privados para que financien por completo este programa.
La iniciativa está coordina por Unicef y los recursos se administran de conformidad con las normas y reglamentos administrativos, de recursos humanos y financieros de esta organización.