Once días después del asesinato de la venezolana Sthephanye Franshesca Valenzuela Bastidas en Huaquillas, en Ecuador, fue localizado en Perú su bebé de 3 meses, el cual permanecía desaparecido después que presuntamente ella se los entregara a una pareja de venezolanos identificados como Andrés Eduardo González (21) y Karla Joicel Alvarado (17).
Ambos son los principales sospechosos de la muerte de Valenzuela, quien el 26 de abril apareció degollada, con varios hematomas y cortes en el rostro en una cuneta en la vía que une Huaquillas y Arenillas.
Sthephanye habría encomendado el bebé a un sitio de acogida en Huaquillas, en la frontera Ecuador-Perú, y luego habría autorizado se le entregara a la pareja de venezolanos, que tras el asesinato huyeron con el niño.
Ante la denuncia de la desaparición del bebé, se encendieron las alarmas y dio inicio al operativo internacional Impacto 292, que fue coordinado por la policía y cancillería de Ecuador y Perú.
También participaron varias oenegés, entre ellas ADRA (Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales), Acnur (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) y Movimiento de Mujeres, quienes difundieron la información sobre el bebé desaparecido y datos de la pareja sospechosa.
Fue el viernes en Perú cuando fue ubicado el pequeño envuelto en una manta celeste. Fue trasladado nuevamente a Huaquillas, donde se encuentra gran parte de sus familiares que emigraron de Venezuela y se asentaron en este lejano puerto en el Pacífico ecuatoriano, que cuenta con unos 47 mil habitantes.
Autoridades de Ecuador y Perú investigan si el caso guarda relación con la reciente ola de robo de bebés. El más reciente se registró el 12 de abril en provincia peruana de Pataz, cuando una mujer engañó a una madre en un centro de salud para luego escapar con su niña.