No teme a las transformaciones físicas si el papel que le va a tocar interpretar así lo requiere. La estadounidense adelgazó de manera notable y se rapó el pelo para encarnar a su Fantine en Los miserables, de Tom Hooper, actuación por la que ganó el Oscar a la mejor actriz de reparto. Ahora le ha tocado todo lo contrario: subir de peso para su próxima película.