No han iniciado los trabajos de reestructuración del ambulatorio Fernando Rízquez, ubicado en la redoma de La Soublette.
El personal señala que las cañerías tapadas causan filtraciones, lo cual deteriora la platabanda. «Tenemos miedo de que los pedazos de placa nos caigan encima».
Indican que la falla persiste desde hace más de tres años y que a pesar de que han presentado la queja ante la Secretaria Sectorial de Salud no han hecho nada al respecto. «Los aire acondicionados se dañaron hace más de un mes, solo está funcionando uno y a duras penas. En el consultorio 1 donde la doctora evalúa a los pacientes medio funciona el aire, pero el del consultorio 2 no sirve».
En el centro hay dos baños, ambos permanecen cerrados y no por falta de agua sino por problema en las tuberías. «No se pueden utilizar. Además, tenemos luz en el pasillo y consultorio porque los bombillos lo han donado las vacunadoras».
El ambulatorio también requiere que le renueven la pintura, fachada, dotación de insumos y equipos de bioseguridad.
Todo por la salud de los pacientes
A pesar de las carencias, el personal se mantiene en pie de lucha atendiendo diariamente a los pacientes. Brindan consulta de medicina general e inmunización.
Según la doctora de guardia, las patologías mas frecuentes son problemas respiratorios, cuadros diarreicos y amigdalitis. «Aquí no hacemos pruebas PDR pero en caso de que llegue algún paciente sospechoso es referido al CDI del Balneario»./jd