De muchas maneras han logrado las varguenses paliar la situación y satisfacer sus necesidades y las de sus familiares, a tal punto de que han llegado a cambiar alimentos por ropa y zapatos.
Albis Figuera comentó que este miércoles tuvo que cambiar un jabón, un kilo de harina y uno de arroz por tres camisas y un pantalón escolar “para garantizarle el uniforme a mi nieto pequeño”.
Explicó que se vio obligada a hacer este trueque porque no tiene para comprar las prendas escolares. “El niño va a empezar su primer grado y tenía que buscar como darle su uniforme”. No es la primera vez que intercambia alimentos, pues “estamos sobreviviendo con eso”.
Raiza Presilla indicó que su núcleo familiar esta conformado por siete personas, de las cuales trabajan cuatros, aún así, “hemos dejado de comer salado por lo caro que está. Tampoco estamos aliñando. Hoy estoy cambiando las papas por las yucas”.
Para Presilla, toda la situación “por la que estamos pasando se debe a la mala administración. Ahora estamos comiendo 15 días bien y 15 días mal”.
“Soy ama de casa porque me despidieron hace cuatro meses de donde trabajaba por faltar cuatro días a raíz de un accidente que tuvo mi hijo”, detalló Rosa Aguiar. Expresó que se encuentra haciendo otras cosas para llevar dinero al hogar, “pero igual no es suficiente”.
En el caso de su familia, han dejado de acompañar las comidas con jugos, refrescos y hasta sopa. “Nos hemos estado alimentando mal y debido a eso tengo problemas con la tensión”. JAP/jd