- Algunas carnicerías de Catia la Mar y Maiquetía permanecieron cerradas ayer
Luisana Herice
Luego de la regulación de la carne y el pollo, las amas de casas han optado por resolver los almuerzos con granos y sardina, pues aseguran que el producto desapareció y solo se consigue cochino a precios que sus bolsillos no puede cubrir.
Consumidores manifiestan que hacer largas colas no garantiza la compra del producto, pues la probabilidad que se acabe antes de realizar la compra es grande. Además, ayer algunas carnicerías de Catia la Mar y del Mercado Municipal permanecieron cerradas por falta de mercancía.
“El martes hice una cola enorme en La Talanquera para comprar pollo y se acabó antes de que llegara a la puerta. Es increíble que tengamos que volver a la cacería de la carne y el pollo. A pesar de sus altos precios hago el sacrificio para comprar granos y pescado y disfrutar de una alimentación medio sana y balanceada”, expresó Roxana Merentes.
Señala que el problema no es solo la falta de carne y pollo, sino que las alternativas son pocas por los altos precios. “Nos hemos ido adaptando a comer lo que conseguimos y lo que nos alcanza. Los altos precios del pescado y el cochino nos obligan a consumirlos solo una vez por semana. Los demás días debemos resolver con caraota, lentejas y frijoles que rinden más”, dijo Luisa Salazar.
Lamentó que ya ni arroz con huevo puede comer porque la unidad ya se ubica en Bs. 2 mil. “No sé que vamos a comer. Todo es una zozobra, uno anda en la calle pendiente de cualquier cola a ver qué rubros puede comprar. Ahora también tendremos que aplicar esa en las carnicerías. Tanto grano hace daño para el colón, pero no hay de otra”.
Por su parte Sira Salazar aseguro que “en mi casa estamos comiendo sardina parejo, se consigue en Bs. 8.000, pero rinde bastante. En ocasiones nos toca comer pura pasta con sardina porque es lo que podemos comprar”.
Llegó carne y pollo en Pariata
Apenas se corrió la voz que otra vez llegó la carne en la feria que realizan en la jefatura de Carlos Soublette, se formó una cola de consumidores que esperaron pacientes para llevar a sus hogares carne y pollo.
Amas de casas pudieron comprar un kilo de carne para guisar, uno de molida y mechar a Bs. 41.000, mientras que por el kilo de bistec cancelaron Bs. 45.000 y el pollo entero a Bs. 31.500./jd