Por robar mil soles y un celular en una bodega en Perú, Jhon Méndez (27), de nacionalidad venezolana, fue amarrado a un poste y posteriormente trasquilado por habitantes enardecidos, quienes estuvieron a punto de lincharlo.
Según el medio peruano Trome, los testigos contaron que Méndez irrumpió en un negocio de la asociación Villa Rica y encañonó con su arma de fuego al despachador para quitarle las ganancias del día.
Con lo robado en sus manos, corrió en dirección a la Carretera Central mientras el comerciante pedía ayuda a gritos.
Habitantes de la zona y mototaxistas fueron tras el ladrón y lo atraparon cuando acababa de subir a una unidad de transporte público. “Iba a escapar, pero la luz roja del semáforo hizo que el vehículo se detuviera y ahí lo alcanzamos”, dijeron.
Luego lo llevaron hasta un pasaje y lo despojaron de su franela, pantalón y zapatos. Solo se quedó en bóxer. Después lo ataron con una soga a un poste y le taparon el rostro con su vestimenta para que no viera quiénes iban a castigarlo. Varias personas le dieron palazos estando amarrado.
Así lo tuvieron por más de media hora. Uno de los afectados le cortó el cabello que hace días se había pintado de color naranja. “¡Hay que quemarlo vivo!. ¡Quémenlo!”, gritaban los presentes que, según la prensa peruana, habían sido víctimas de hurtos y robos.