Una madre hace hasta lo imposible cuando se trata de sacar a su familia adelante y para muestra Nuglys Sánchez, quien vive en Canaima y tiene dos hijos.
Vio en el déficit del vital líquido en su comunidad una oportunidad para ella tener dinero y también ayudar a que sus vecinos tengan agua para resolver sus necesidades.
Sánchez duró 4 años trabajando en una empresa de sublimado en un Centro Comercial en Propatria, Caracas, pero a raíz de la crisis económica aunado a la pandemia tuvo que renunciar. Y justo este año decidió arrancar su negocio.
“Aquí el agua por tubería tarda hasta cinco meses en llegar, la ponen cuando viene alguna autoridad, pero de resto se olvidan de nosotros, y me dije, por qué no vender agua, total me ayudo y ayudo a otros”, expresó.
Ella paga una cisterna en $30 de 6 mil litros y aseguró que le sirve para llenar hasta 30 pipotes de 200 litros. Los bidones lo vende en $1 y su margen de ganancia está entre $10 a $20 diarios un día bueno.
Precisó que unos 20 familias de su cuadra se benefician con esta alternativa porque otros vecinos que residen unas cuadras más arriba también venden el agua.
El gas brilla por su ausencia
El gas es otro de los problemas por el cual los que residen en Canaima se preocupan constantemente y aunque pagan las bombonas a tiempo tadan hasta cuatro meses en llegar. Lo mismo sucede con las bolsas del Clap.
Los habitantes ya están cansados de la situación y exigen a los candidatos de la Gobernación y Alcaldía que incluyan en sus programas una distribución constante. /HB/jd