* Ambos lideraron la Liga Americana en promedio y en swings ante el primer pitcheo
Los Astros de Houston vencían 4-2 a los Medias Rojas de Boston en el primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana del año pasado cuando José Altuve entró a la caja de bateo.
Alzando su bate, el venezolano levantó la mirada y descubrió que Chris Sale también lo estaba viendo directamente. Altuve le había conectado jonrón a Sale en el primer inning, así que el zurdo estaba ansioso por la revancha.
El estelar abridor empezó su movimiento y retó de una vez a Altuve con una recta de 96 millas por hora, con la mala fortuna para él que el envío se quedó sobre el plato. Y Altuve nunca ha sido de esos que se queda tranquilo cuando ve un lanzamiento que le gusta.
En un abrir y cerrar de ojos, Altuve conectó su segundo jonrón del encuentro y los Astros se escaparon en la pizarra. Nueve días después, Altuve atacó otro primer pitcheo, una recta de 100 millas por hora del cubano Aroldis Chapman, para iniciar el cierre del noveno inning del primer juego de la Serie de Campeonato con un sencillo. Momentos después anotaría con un doblete de Carlos Correa para dejar en el terreno a los Yanquis de Nueva York.
Incluso dos de las mejores y más eléctricas rectas del beisbol no fueron capaces de evitar que Altuve hiciese swing. El mejor bateador del beisbol nunca tiene miedo de atacar al primer envío, y ese plan súper agresivo le ha rendido muchos dividendos durante estos cuatro años en los que ha terminado como líder en imparables.
Los números muestran que Altuve fue uno de los bateadores más agresivos, y también uno de los más exitosos, a la hora de hacerle swing al primer pitcheo el año pasado. Y para encontrar al otro bateador más exitoso contra el primer envío el año pasado, no hay que ver mucho más abajo en la carrera por la corona de bateo de la Liga Americana.
El jardinero derecho de los Medias Blancas de Chicago y también venezolano, Avisaíl García, terminó detrás de Altuve en promedio de bateo (.346 y .330), y también escoltó a Altuve en más swing ante el primer pitcheo (279 y 272).
La pregunta obvia es si ese tipo de estrategia puede sostenerse a largo plazo. Tanto Altuve como García se han ido convirtiendo en bateadores más agresivos contra el primer pitcheo en las últimas tres temporadas. Y les ha dado resultado. ¿Seguirá siendo así?