Luisana Brito.- El salario mínimo que devenga un trabajador es insuficiente para cubrir la cesta básica de alimentación y mucho menos para darse el lujo de comprar una prenda de vestir nueva.
Muchos de los varguenses están optando por restaurar los calzados y la ropa vieja, ya que un par de zapatos de goma superan los Bs. 30.000, mientras que una blusa sencilla en Traki no baja de los 7.000 y los pantalones a 20.000.
Pegar y coser los zapatos está en Bs. 3.000; cambiar la tapita de los tacones a partir de 500, cada una. “No hay material para reponer las suelas, tengo una montaña por reparar esperando conseguirla”, comentó Mohamed Alí, quien tiene más de treinta años en la reparación de calzados.
El servicio ha aumentado en los últimos meses pues sale más barato reparar que comprar uno nuevo, aunque el acabado no es el mismo al menos resuelven por un tiempo.
“El cliente tiene que pagar la mitad por adelantado y si no lo viene a retirar en los próximos 15 días, el calzado es rematado. Eso me permite tener un control de mi trabajo y así no pierdo los materiales porque muchas veces se olvidan de lo que dejan aquí y al tiempo quieren llevárselo”.
Montar un cierre está en Bs. 100
Esta misma situación ocurre con la ropa; coser un cierre está en Bs. 100; un botón en 300: recoger ruedo a 400 y los parches en blue jeans a partir de los 400, dependiendo del tamaño de la abertura.
“Muchas personas vienen aquí con su ropa vieja tratando de salvar lo que le queda. Algunas están desteñidas y uno se las pinta con wiki-wiki, pero ellos tienen que traer el colorante porque a veces no se consigue”, dijo la costurera Xiomara Brito, quien tiene su taller en el casco colonial de La Guaira.LB/jd