Unos 1.500 venezolanos que intentan regresar al país debido a la crisis por la pandemia se encuentran hacinados en la autopista internacional, en la frontera colombiana. Con plásticos, palos y cartón improvisan refugios mientras esperan un cupo para ser trasladados a la Estación Sanitaria Transitoria en el puente internacional Tienditas.
Luisa Moreno calificó de “indeseable” la situación en la frontera. Su meta es llegar hasta el estado Trujillo. “Yo llegué ayer y ahora vivo en carne propia lo que ya me habían avisado antes de viajar. Venir hasta acá es un primer paso, lo difícil es esperar bajo el sol y con hambre para poder pasar, pueden ser días o semanas”.
El hacinamiento aumenta cada día con la llegada de venezolanos que se desplazan a pie y quienes son trasladados en buses desde otras regiones de Colombia.
Víctor Bautista, secretario de Fronteras y Cooperación Internacional de la Gobernación de Norte de Santander, expresó preocupación por el constante flujo de venezolanos que llegan hasta el corregimiento La Parada, cerca al puente Simón Bolívar.
“Debido a las condiciones ascendentes de los casos de Covid-19 en el Norte de Santander, solicitamos a los migrantes de las demás regiones del país no llegar a la frontera hasta que haya condiciones que no sobrepasen la capacidad instalada que tiene el centro sanitario de Tienditas”, alertó Bautista.