Wuhan, la ciudad china donde surgió la pandemia de coronavirus en diciembre de 2019, registra un nuevo brote de covid-19, más de un año después de que el virus desapareciera de las calles según información oficial.
Este lunes se confirmaron 3 nuevos casos de la variante delta, que apareció el mes pasado en el este del país. Los últimos casos registrados en la ciudad remontaban a mayo de 2020.
China, que prácticamente erradicó la epidemia en en 2020, registra desde hace unas semanas un resurgimiento del virus, el más amplio desde el año pasado. Con más de 400 contagios desde mediados de julio, este aumento de la contaminación sigue siendo, sin embargo, muy limitado en comparación con las cifras registradas en otros países.
Pero este último foco de contagio es importante en términos de extensión geográfica, ya que abarca más de una docena de provincias y también Pekín, la capital, que el domingo instó a sus habitantes a que no salgan de la ciudad salvo por razón de fuerza mayor.
Ante el riesgo de una reactivación de la epidemia, el gobierno recurre al arsenal de medidas radicales que utilizó a comienzos de 2020: confinamiento, limitación de los desplazamientos, testeo masivo.
Este martes, China anunció 61 contagios locales, con un brote de la variante delta, de rápida propagación, que alcanzó a decenas de ciudades luego de una serie de infecciones entre trabajadores del aeropuerto de Nanjing (este). La población de esta ciudad de nueve millones de habitantes ya fue testeada en dos ocasiones y actualmente hay una tercera campaña en curso.
La ciudad oriental de Yangzhou, de 1,3 millones de habitantes, cerca de Nanjing, ordenó a sus residentes permanecer en casa luego de que se detectaran 40 nuevos contagios en un día. Sólo una persona por hogar puede salir una vez al día para hacer las compras.
Las autoridades admitieron que entre los contagiados hay muchos que habían sido vacunados, lo que genera temores sobre la eficacia de las vacunas chinas, las únicas disponibles en ese país.