Científicos europeos están vigilando de cerca una subvariante recientemente descubierta de la cepa Ómicron del covid-19, para determinar cómo su aparición podría afectar a la futura propagación del virus.
Ómicron se ha convertido en la variante dominante en los últimos meses, pero las autoridades sanitarias británicas han identificado especialmente cientos de casos de la última versión, apodada BA.2, mientras que los datos internacionales sugieren que podría propagarse con relativa rapidez.
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido identificó más de 400 casos en Gran Bretaña en los primeros 10 días de este mes e indicó que la última variante se ha detectado en unos 40 países más, siendo la mayoría de los casos más recientes en algunas naciones como India, Dinamarca y Suecia.
Agregó que designó el sub linaje BA.2 como variante bajo investigación (VUI), ya que los casos de la misma estaban aumentando, aunque en Gran Bretaña el linaje BA.1 sigue siendo actualmente el dominante.
La autoridad subrayó que “todavía hay incertidumbre en torno a la importancia de los cambios en el genoma viral”, lo que requiere vigilancia ya que, paralelamente, los casos de los últimos días mostraron un fuerte aumento de la incidencia de la BA.2, especialmente en India y en Dinamarca.
“Lo que nos ha sorprendido es la rapidez con la que esta subvariante, que ha estado circulando en gran medida en Asia, se ha impuesto en Dinamarca”, declaró a la AFP el epidemiólogo francés Antoine Flahault.
La BA.2 aún no ha sido designada como variante preocupante, pero Flahault afirma que los países deben estar atentos a la última evolución mientras los científicos intensifican la vigilancia.