Varios años tienen esperando los vecinos y comerciantes del bulevar de Naiguatá por el saneamiento ambiental de la quebrada El Salmón, así como la reparación de las alcantarillas de la avenida José María Vargas.
Carmen Izaguirre, señala que desde hace tres años la Alcaldía no desmaleza las adyacencias del cauce, donde desembocan las aguas servidas de la comunidad.
“Estamos cansados de hacerle un llamado al Alcalde para que vengan a limpiar la zona, pero hace caso omiso a la situación. Naiguatá es una potencia turística, pero ésta contaminación llega hasta las playas donde se bañan centenares de niños”.
Por su parte, el comerciante Jhoalfred Ocando expone que la situación empeora cada vez que llueve, porque las aguas se desbordan, anunciando el peligro al que son expuestos propios y temporadistas al cruzar por las alcantarillas rotas.
“Los visitantes al ver el estado de deterioro en el que está la playa y la avenida se van. Buscan una playa que esté mejor. Es necesario que Hidrocapital repare las estructuras de metal. Una persona adulta puede caer y fracturarse, incluso morir”. LB/ar