Wilmer Martínez Añez.- wmlaverdad@gmail.com.- Con preocupación se manifiestan los habitantes del estado por la falta de limpieza de quebradas, ríos y torrenteras. Se deben realizar los mantenimientos, antes que inicie el período de lluvias, por lo que solicitan a la Alcaldía cumplir con su competencia y sanear estos espacios para evitar daños colaterales como los ocurridos durante las antepasadas vaguadas.
Tras un recorrido por las quebradas más reconocidas se pudo observar que están abarrotadas de basura, escombros, cachivaches y maleza, lo que impediría un libre corrido de las aguas. Estos ha logrado que el nivel de los cauces se vea reducido, indican sus vecinos.
Río de Piedra Azul “podría volver a causar estragos”
“De llegar a crecer el río como en la tragedia de 1999 podría volver a causar estragos y arrasar con zonas que quedaron intactas”, manifiesta Karina González, quien habita a la orilla del afluente y solicita a las autoridades regionales se aboquen en darle solución a la problemática que ha sido denunciada durante mucho tiempo.
Este torrente fue uno de los que más afectó a la parroquia Maiquetía, indican sus vecinos, quienes aseguran que en el último año del primer mandato del gobernador, Jorge Luis García Carneiro, manifestó que de ser reelecto daría los recursos para embaular el cauce, pero hasta ahora ni siquiera retiran los desechos y maleza.
“Aquí vivimos como cochinos, rodeados de basura, roedores, alimañas e insectos porque el gobierno no da respuesta”.
En Las Flores la basura casi sobresale
“El ente gubernamental tiene más de dos años sin limpiar la quebrada. El hecho causa acumulación de escombros y desechos, encontrandose estancados debajo del puente, por lo que si llueve el agua se desbordaría y podría suceder la tragedia que no ocurrió en 1999”, manifiesta Isabel López, quien reside a la orilla de este cauce.
Maryelin Campo, declara con preocupación que la insalubridad en la que se encuentran sumergidos ocasiona olores insoportables.
Tanaguarena sin mantenimiento desde el 2005
En el caso de la quebrada de Tanaguarena, los vecinos manifiestan que no recibe mantenimiento desde el 2005, en la cual se observan diversos objetos inservibles y cuando llueve origina la crecida del torrente o río.
“En el río de Tanaguarena hay mucha tierra, escombros y monte que con el pasar del tiempo ha aumentado”, manifiesta Peter Acosta, quien de igual manera hace un llamado al ente competente.
Quebradas a medio mantenimiento
La parte alta de la cuenca de Macuto no ha sido atendida, a pesar de los llamados que han manifestado sus vecinos desde hace más de seis años, denuncia Maritza Guzmán, quien dice que ni siquiera han cortado el matorral, que a su juicio sirve de guarida para insectos y alimañas.
En el caso del río Mamo, los trabajos de embaulamiento que iniciaron hace cinco años se paralizaron en diciembre, justamente en el tramo de El Piache Dos. Este lugar también se vio bastante afectado por el suceso natural ocurrido en 1999.
Mientras que en el arroyo de Curucutí de Montesano se nota amontonamiento de grandes piedras y maleza, por lo que vecinos piden su limpieza, para que luego se estudie la embaulación, pues desde la tragedia no ha sido reparada.
La Tacagua tampoco ha sido atendida y se ha convertido en un canal que resguarda una “selva” por la cantidad de maleza que ha nacido. “De aquí han sacado hasta culebras y ninguna autoridad se acerca a conocer la situación para darnos respuesta”, declara Yadira Guerra./fm