En la ciudad colombiana de Armenia, las autoridades prendieron las alarmas por la llegada de migrantes que estarían buscando nuevas rutas para llegar a la frontera con Panamá atravesando la selva del Darién.
Un grupo de migrantes venezolanos llegó el pasado 23 de agosto a la ciudad ubicada en una importante zona cafetera del país, en el occidente de Colombia, para continuar su rumbo hasta el área de Necoclí, en el departamento de Antioquia, uno de los últimos puntos antes de llegar a la selva.
Autoridades locales apuntan que en Armenia hay actualmente 300 migrantes que se encuentran viviendo en la calle, y según José Manuel Ríos, alcalde de la ciudad, no hay recursos suficientes para brindarles asistencia.
“Esto obviamente genera una alerta a nivel de las autoridades y la misma ciudadanía que nos informó. No tengo acá un hogar de paso temporal para decirles que se queden acá uno, dos o tres días. Sino que para evitar precisamente que ellos se queden aquí en la ciudad”, dijo a la VOA.
En Necoclí, según datos de Migración Colombia, en lo que va de año se han detectado unos 205.000 migrantes irregulares en tránsito. Las nacionalidades más recurrentes son de Venezuela, Haití, Ecuador, China e India.
Panamá y Costa Rica analizarán la crisis migratoria
Los cancilleres y ministros de Seguridad de Panamá y Costa Rica se reunirán el viernes cerca de la frontera común en el marco de la explosión del flujo migratorio que cruza ambos países, expresado en la cifra inédita de más de 330.000 viajeros irregulares llegados desde Colombia a través de la jungla del Darién.
“Uno de los temas a tocar, a parte de la seguridad, es el tema migratorio, ya que ambos países son territorios de tránsito de este flujo creciente de personas que viajan hacia Norteamérica dejando una estela de consecuencias, muchas de ellas negativas, para las comunidades fronterizas”, agregó el ministro panameño de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino.