Al menos 120 soldados ucranianos han muerto en los ataques perpetrados por el Ejército ruso contra aeródromos y bases militares en territorio de este país, según informó la Presidencia de Ucrania. «Sé que ahora hay más de 40 muertos y varias decenas de heridos», informó en rueda de prensa Alexéi Arestóvich, asesor presidencial, quien admitió que la mayoría de bajas ocurrieron durante los bombardeos aéreos de esta mañana.
En las primeras horas, desde la irrupción de fuerzas rusas en varios enclaves ucranianos el Gobierno de Kiev había informado de ocho víctimas ucranianas y medio centenar de soldados rusos, según fuentes de Kiev.
Entre esas primeras víctimas había personas de distintas edades, incluidos mujeres y menores, en diferentes puntos de regiones como Odesa, Donetsk y Dniepropetrovsk.
Además, el Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad Informativa de Ucrania aseguró que su Ejército recuperó la ciudad de Shchastia en la región de Lugansk, y aniquiló a 50 soldados rusos.
«Shchastia fue recuperada tras el ataque del agresor ruso. Durante el intento de ataque el equipamiento enemigo fue destruido y unos 50 enemigos murieron, anunció la entidad en su cuenta de Facebook.
Rusia niega atacar a civiles
Por su parte, el Ministerio de Defensa de Rusia aseguró que las Fuerzas Armadas del país no están atacando ciudades ucranianas en el curso la «operación militar especial» lanzada por el presidente Vladímir Putin. «Las Fuerzas Armadas de Rusia no atacan ciudades de Ucrania. No hay ninguna amenaza a la población pacífica», señalo Defensa en un comunicado.
Los militares rusos indicaron que se emplean armas de alta precisión contra infraestructuras militares, baterías antiaéreas y bases aéreas ucranianas.
«Según datos de inteligencia, las unidades y militares de las fuerzas armadas ucranianas abandonan masivamente sus posiciones, indicó Defensa, que recalcó que los lugares donde las fuerzas ucranianas han depuesto las armas no son sometidos a ataques.
Agregó que las declaraciones de la parte ucranianas sobre las pérdidas de aviones y blindados por el ejército ruso son una «completa mentira».