Al menos 4.680 personas murieron durante el mes pasado, una cifra ligeramente superior a la de diciembre, cuando se registraron 4.633 fallecidos, informó este lunes el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De los muertos de enero, 1.345 eran civiles, entre ellos 295 menores de edad y 190 mujeres, que perecieron por los bombardeos del régimen, de Rusia y de la coalición internacional, así como por el disparo de cohetes de facciones rebeldes, del Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda) y del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Otros civiles fallecieron por torturas en prisiones gubernamentales, la falta de alimentos y medicinas, asesinados por el EI u otros grupos, explosiones de bombas y disparos de francotiradores, añadió el Observatorio.
La ONG agregó que, además, 603 combatientes sirios de organizaciones rebeldes y de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en sus siglas en kurdo) -principal milicia kurdosiria- murieron en enero, a los que se suman cuatro soldados desertores del régimen.
En el bando gubernamental hubo un total de 1.599 bajas: 735 eran miembros de las fuerzas regulares; 752, integrantes de milicias prorrégimen sirias; 9, combatientes del grupo chií libanés Hizbulá; y 103, milicianos chiíes de otras nacionalidades.
Siria es desde hace casi cinco años escenario de un conflicto que ha causado más de 260.000 fallecidos, según el Observatorio.