El intercambio de disparos que desde la noche del jueves mantienen bandas de antisociales con funcionarios del FAES y PNB, ha dejado al menos 13 delincuentes abatidos y dos vecinos que llegaban a sus casas.
Estos dos últimos fueron alcanzados por balas perdidas cuando uno de los grupos de delincuentes emprendían la retirada hacia la Cota 905.
Nelson Villalta, de 50 años de edad, profesor de música en Fundamusical, en Chapellín, fue sorprendido por la muerte. El músico forzado por la crisis económica, agravada por la pandemia, bajó al límite de trabajar como vigilante en un hotel en Altamira.
Sujetos armados dispararon desde la montaña cuando huían de las FAES y una «bala fría» lo alcanzó en la espalda cuando estaba en la entrada de su casa. Su esposa le pide a los organismos de seguridad que haya justicia y que saquen a las bandas del sector”, escribió el periodista Román Camacho en Twitter.
Presuntamente, los responsables serían Carlitos y Pablito de la banda de «El Torta», quienes buscan controlar el sector de La Vega y aliarse con la banda del Coqui en la Cota 905, para organizar una megabanda.
Al final de la tarde los enfrentamientos se trasladaron a la Cota 905, por lo que las autoridades restrigieron el paso en El Paraíso, donde se recomendó a los habitantes de los edificios cercanos a la cota no asomarse a las ventanas.
Habitantes de La Vega detallan que desde el 1º de enero las bandas se han estado enfrentando por el control de la zona. La de «El Coqui» busca apoderarse de La Vega para extender su área de dominio territorial, después de controlar El Cementerio, El Valle y la Cota 905 con una estructura criminal de al menos 180 integrantes dedicados al narcotráfico, robo, extorsión y secuestro.
«El Coqui», cuyo verdadero nombre es Carlos Luis Revete, asumió el mando de la Cota en 2015, y amparado en el programa de Zonas de Paz, logró consolidar su megabanda con casi total impunidad acompañado de su mano derecha «El Vampi». Los intentos de los cuerpos de seguridad por entrar a la zona han sido repelidos en varias oportunidades, en gran medida por la cantidad y calidad de las armas con que cuentan los delincuentes.
Para dar muestras de su impunidad y control, en 2019 organizó por todo lo alto el funeral de uno de los miembros de su banda, para el que contrató al reconocido salsero puertorriqueño y pastor Alex de Castro, quien además de cantar, ofició la ceremonia fúnebre.
