La aplicación del pico y placa que debería garantizar los 120 litros de combustible al mes para cada vehículo, en realidad está supeditado a que los 23 mil litros que periódicamente llegan a cada bomba alcancen para quienes están en las extensas colas.
En la Miramar de Pariata fluye el suministro porque ingresan en fila india los grupos de diez personas a cancelar y luego reciben su cuota de combustible.
Franklin Perdomo estaba ayer antes de la seis de mañana y a las 9:00 am era uno de los primeros cincuenta carros de la cola.
«Está fluyendo poco a poco y lo más importante es que hay gasolina. No sé cuantos litros nos va a tocar».LL/jd