Sin ayuda del Gobierno regional y dependiendo de chorros milagrosos se encuentran Las 15 Letras, Macuto; Los Bloques de La Soublette, Rómulo Gallego y Playa Verde, Catia la Mar, llegando al extremo de tener que abastecerse en las playas para poder rendir la poca agua potable que consiguen.
Así lo aseguraron los habitantes de Playa Verde, quienes en su mayoría se han visto en la obligación de cargar agua de mar para lavar los platos, bajar las posetas, limpiar la casa y hasta para bañarse.
Carlos Chávez expresó que tiene toda la vida viviendo en esa comunidad y nunca habían llegado a este extremo. «Sabemos que no es recomendable el uso de esta agua, pero no tenemos alternativa, ya que la poca potable que logramos conseguir la rendimos de esta manera”.
Señaló que las cisternas de la Gobernación han dejado de frecuentar la zona. «Imaginamos que no vienen tan seguido porque la mayoría de las parroquias están secas y también necesitan de estos camiones”.
Pidió al Gobernador buscar una solución al problema, ya que no es fácil para los habitantes permanecer con el agua salada en el cuerpo, provocando una dermatitis o cualquier infección cutánea.
Las 15 Letras de nuevo seca
Son 20 días que llevan en las 15 Letras sin recibir agua por tubería, obligando nuevamente a los vecinos a tener que salir con sus bidones. Rosa Méndez señaló que es triste que ningún servicio en el estado sirva. “No queremos volver a pasar trabajo como el año pasado, cuando la Gobernación nos dejó solos pues nunca enviaron sus cisternas mientras moríamos de sed”.
Agregó que no desea exponerse al abuso, «pues por un tanquecito de 1.000 litros te quieren quitar hasta 20 dólares, que son 60 millones de bolívares”.
Detalló que la única opción que tienen es una toma frente al hotel Ole Caribe, donde si tienen suerte pueden llenar. «Allí no es seguro, pues el agua va y viene”. Reiteró que es grave que lo que está sucediendo justo cuando la pandemia es más agresiva”.
En los bloques de La Soublette llega cada 3 meses
A punta de cisternas de la Gobernación o cargando tobos se mantienen en los bloques de La Soublette. «El agua la ponen por tubería cada tres meses y con suerte el Gobernador envía cisternas o nos dirigimos a una toma que está en la avenida El Ejército, que habían cerrado pero lo volvimos abrir”, comentó una de las afectadas.
Por otro lado, indicó en La Soublette cargar agua se ha convertido en un negocio. Cargadores de la zona se aprovechan del calvario de la comunidad y cobran un dólar por cada bidón de 20 litros. «No digo que sea fácil el trabajo que desempeñan estas personas, pues deben caminar bajo el incesante sol desde la avenida El Ejército hasta La Soublette, pero no todos tenemos un dólar diario».
Dijo que por más explicación que han pedido a Hidrocapital aún no les dicen el porqué de que no llegue el vital líquido normalmente por tubería. Detalló que los más afectados son las personas de la tercera edad, pues no generan mayores ingresos para pagar tanquecitos o caleteros.
En Rómulo Gallegos no la han visto en 4 meses
La ruptura de un tubo matriz que surte a la comunidad Rómulo Gallegos, en Catia La Mar, continúa afectando a 340 familias. Señalaron que están muy afectados, pues aseguraron que no poseen el dinero necesario para comprar cisternas y desde hace meses han solicitado al Gobierno regional hacer un estudio para que se dé cuenta cómo están perdiendo la salud por estar cargando agua para al menos cocinar.RR/jd
Rodolfo Ruiz
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