Según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), sus socorristas han auxiliado en la última semana a más de 4.000 heridos de guerra, «entre ellos civiles y combatientes, en 15 de los 82 centros de salud apoyados por el CICR, una muestra de la intensidad de la violencia”, afirmó Roya Musawi, portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Afganistán, donde los talibanes han tomado ya ocho capitales de provincia en una sangrienta avanzada.
La portavoz de las Cruz Roja remarcó que solo en julio atendieron a casi 13.000 pacientes por lesiones relacionadas con el conflicto en todo el país, y es probable que este número aumente este mes a medida que se intensifican los combates en áreas densamente pobladas.
«Estamos realmente preocupados, son los civiles los que están soportando el peso de la guerra, la violencia realmente se ha intensificado», denunció.
Luego de fuertes enfrentamientos, este martes los talibanes lograron tomar el control de la capital provincial de Farah y de Pul-e-Khumri, convirtiéndose en la séptima y octava gobernación afganas en caer en sus manos en solo una semana.
El CICR pidió a ambas partes en conflicto que reduzcan cuanto antes sus combates y antepongan la protección de los civiles y de infraestructuras vitales, como los hospitales, después de ver «hogares destruidos, (y) personal médico y pacientes expuestos a graves riesgos», según afirmó en un comunicado Eloi Fillion, jefe de la organización en Afganistán.
Además, anotó Fillion, el uso de armamento explosivo en las ciudades está teniendo «efectos graves e indiscriminados» entre la población civil, lo que ha obligado a muchas familias a «huir en busca de un lugar más seguro», algo que «debe terminar».
Los peores combates durante los últimos días se han vivido en ciudades como la norteña Kunduz, que cayó el domingo bajo el control talibán, o la meridional Lashkargah, que permanece bajo el asedio insurgente, donde además los servicios médicos se encuentran sobrecargados.
«Deben protegerse a toda costa las instalaciones médicas, los sanitarios y las ambulancias”, remarcó Fillion, que también solicitó a las partes en conflicto que permitan a las organizaciones humanitarias «evacuar a los heridos de forma segura y brinden a la población civil la asistencia que tanto necesitan».
La guerra en Afganistán se ha intensificado particularmente en los últimos cinco días, después de que los talibanes capturaran al menos seis de las 34 capitales de provincia, mientras sus combatientes luchan por la captura de otras ciudades importantes en varias partes del país.
Desde el inicio de la fase final de la retirada de las tropas extranjeras de Afganistán, iniciada el pasado 1 de mayo, los insurgentes han capturado alrededor de 125 centros de distrito, un logro sin precedentes en 20 años de conflicto.