El presidente de la Cámara Venezolana del Calzado y sus Componentes (Cavecal), Luigi Pisella, considera que el esquema de flexibilización 7+7 complica la dinámica de las empresas e industrias que aún siguen operando en el país.
“Es definitivamente improductivo y en algunos casos imposible de sostener. Las empresas que no entran en el área de los priorizados tienen tendencia a reducir empleos porque ya no se puede tener la misma cantidad de trabajadores si apenas laboran cuatro horas al día la semana de flexibilización”, explicó.
Aseguró que los centros comerciales han sido los más afectados frente a la rigidez de las restricciones. “No tenemos dónde colocar los productos, porque la cadena de comercialización está detenida, las ventas han disminuido cerca de un 66%, con respecto al mismo periodo del año pasado”.
Señaló además que los problemas de movilidad por la escasez de gasolina y las deficiencias en la prestación de otros servicios públicos profundizan el problema real agravado por la pandemia. “En el caso del calzado, estamos usando apenas el 6% de nuestra capacidad instalada y en la industria nacional se está usando en promedio un 21%, lo que resta eficiencia e incrementa los costos”.