El exgobernador de Barinas, Adán Coromoto Chávez Frías, fue nombrado el nuevo rector de la Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (Unellez), en sustitución de Corteza Tomassetti.
La designación del hermano del expresidente Hugo Chávez como máxima autoridad de la casa de estudios llanera fue oficializada en la Gaceta Oficial número 42.567, del pasado 9 de febrero, en la Resolución 001 del Ministerio de Educación Universitaria.
La resolución aparece con firma del 8 de febrero de 2023, de la ministra Tibisay Lucena. Junto a la designación de Chávez, también fueron nombrados María Fernanda Fernández García como Vicerrectora de Servicios, José Raúl Moreno Contreras como secretario, Marielida del Carmen Rodríguez como vicerrectora de Planificación y Desarrollo (Apure), Dalia Inés González Osorio, vicerrectora de Planificación y Desarrollo Social Barinas, Tania Verónica Sandoval Vásquez, vicerrectora de Infraestructura y Proceso Industrial (San Carlos) y Luis Eduardo Rosales como vicerrector de Producción Agrícola (Guanare).
Con este nombramiento, la administración de Nicolás Maduro tiene nuevas críticas acerca de lo que gran parte de la población considera injerencia en la autonomía universitaria. Recordemos que, a través de la Misión Venezuela Bella, el jefe del Estado ha dado orden de recuperar los espacios físicos de recintos de educación superior como la Universidad Central de Venezuela (UCV), la Universidad de Carabobo (UC) y la Universidad de Oriente (UDO) con sede en el estado Anzoátegui.
Dos rectores en 2022
En el año 2022 hubo dos rectores designados para la Unellez: el 19 de mayo, José Alfredo Ureña asumió el cargo dejado por Alberto Quintero, y luego de tres meses y 16 días, tuvo que hacerle entrega del rectorado a Corteza de Tomasseti, quien fue juramentada el pasado 26 de agosto.
A menos de cumplir los seis meses de labor como rectora, siendo Tomassetti la primera mujer en desempeñar este cargo en la Unellez, aparece la designación de Adán Chávez, en medio de protestas por los bajos salarios y la desaparición de los beneficios que los trabajadores activos y jubilados unellistas gozaban tras las firmas de convenciones colectivas.