Acuña regresó a la lucha por los jonrones
Galvis Guzmán
El sabanero Ronald Acuña retomó el camino de los cuadrangulares para meterse en la pelea por el liderato en ese departamento al subir al piso de los veinte estacazos, dónde solo se encuentran 5 peloteros: Vladimir Guerrero Jr. (23); Shohei Ohtani (23), Fernando Tatis Jr. (22), Matt Olson (20) y ahora «El Abusador».
El guaireño conectó este lunes su jonrón 20, siendo el segundo en dos días, pero lo más resaltante es que Elias Sports Bureau, empresa estadística de MLB, precisó que la conexión le dio otro registro histórico al de La Sabana, pues es apenas la segunda vez en la Era Moderna, empezada en 1900, que alguien decide con jonrones dos victorias de su equipo con pizarra 1-0 en fechas consecutivas.
Primero el domingo ante Cardenales de San Luis y el lunes sobre Mets de Nueva York.
Además, este último tablazo tuvo una velocidad de salida del bate de Acuña de 115,7 millas por hora, convirtiéndose en el tercer jonrón golpeado con mayor reciedumbre por un jugador de los Bravos desde 2015, cuando comenzó la era Statcast. Según Sara Langs, de MLB.com, la bola recorrió una distancia estimada de 402 pies por el jardín central.
El Astroboy varguense, pasó dos semanas sin bambinazos y consumió 33 turnos al bate entre el jonrón 18 y 19, este último el número 100 de su carrera, pero ahora necesitó dos días y 3 partidos para dar dos conexiones de vuelta completa.
Su brazo también ayudó
Acuña no solo ganó el partido ante los Meoyorquinosc on el bate, también lo hizo con el brazo. En la segunda entrada, el inicialista de los Mets, Pete Alonso, intentó llegar desde la primera a la tercera base, con un sencillo de Dominic Smith a la pradera derecha. Ronald atacó el batazo y disparó un misil a la antesala para poner out “de calle” al corredor.
El tiro fue registrado a 97,3 mph, lo que iguala en el tercer lanzamiento más rápido en una asistencia desde los jardines en las últimas dos temporadas, de acuerdo con Statcast.
Silencio en Nueva York
El slugger guaireño escuchó abucheos en el Citi Field de Nueva York, por lo que luego del partido expresó: “Siento que me abuchean cada vez que salgo, me abuchean cuando estoy en el campo. Así que en mi mente pensé: ‘Está bien, voy a esperar hasta que pueda hacer algo y voy a decirles algo’”.
“Tan pronto como conecté el pitcheo, no escuché nada. Todo quedó bastante tranquilo, así que apenas, comencé a correr entre las bases, me puse la mano en la oreja porque nadie decía nada. Después todo quedó muy tranquilo”./GG