Los Bravos cayeron el lunes por 11-1 en el PNC Park de Pittsburgh ante los Piratas, pero no todas fueron malas noticias para el equipo de Atlanta lego que Ronald Acuña Jr. hiciera gala nuevamente de sus talentos.
El estelar patrullero de La Sabana dio un sencillo que salió a 117.9 millas por hora, el segundo batazo más fuerte para un jugador de los Bravos desde la temporada de 2015.
Acuña también hizo un impresionante tiro desde la esquina del jardín derecho hacia la tercera base, en un intento por retirar a Phillip Evans. El disparo fue medido en 95.7 mph, según Statcast, y hubiese sido uno de los mejores tiros jamás lanzados si Austin Riley lo hubiese atrapado y tocado a Evans.
«Tiene un gran brazo», dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker. «Es un jardinero peligroso, porque no hay una jugada que no crea poder hacer. Sé que cuando yo era coach de tercera y jugábamos ante esos muchachos, tenías que saber dónde estaban en todo momento. Jugadores así no creen que haya una jugada imposible y en la mayoría de los casos, están en lo correcto».