*Conectó sus cuadrangulares 16 y 17 arrancando duelos de la doble tanda
Galvis Guzmán
El superboy varguense Ronald Acuña Jr sigue dejando agradablemente sorprendido al manager de los Bravos de Atlanta, Brian Snitker, y fortaleciendo su decisión de haberlo colocado como el primer bate de su alineación.
El novato estrella de 20 años, desde que asumió ese lugar al bate, luego del receso del Juego de Estrellas, por el cual pasaron 11 de sus compañeros en la primera mitad de la temporada, ha reimpulsado su ritmo ofensivo.
En su primer juego abriendo el orden al bate, el pasado 20 de julio, ligó de 4-3, incluido un jonrón y un doble, además se robó un par de bases, contra los Nacionales de Washington.
Y desde que se encuentra iniciando la ofensiva de los Bravos, el sabanero tiene diez de sus 17 jonrones durante 86 turnos; además 21 carreras anotadas, 18 impulsadas, seis dobles, un triple y seis robos en siete intentos.
Por otra parte, tiene cuatro vuelacercas en sus últimos cuatro partidos, tres de ellos en el primer turno: el 11 de agosto (1era entrada (14), ante Milwaukee y Wade Miley) , el 12 ( 2da entrada (15), vs Milwaukee y Chase Anderson) y ayer en el doble juego vs Miami (1era entrada del primer juego (16) vs Pablo López; y 1er inning del segundo choque (17) vs Merandy González).
Su promedio al bate sube como la espuma y actualmente está sobre los .280.
Marcas históricas
Según Major League Baseball, Ronald es el quinto jugador de esta temporada en conectar un jonrón y robar otro a la defensiva en el mismo juego (8 de agosto vs Nacionales de Washington) siendo además, el primero en hacerlo en el mismo inning (4to).
Es también el séptimo jugador de los Bravos, en las últimas 110 temporadas, que alcanza doble dígitos en vuelacercas (17) antes de cumplir los 21 años (20 años, 232 dás). Los otros son Andruw Jones (26 jonrones), Eddie Mathews (25), Hank Aaaron (13), Jason Heyward (11) y Bob Horner (10).
Ligar jonrón en su primer turno de dos juegos seguidos solo había sucedido otras dos veces en la historia: En 1913, con Harold Hooper como autor y 1993, de la mano del legendario Rickey Henderson.