Un informe elaborado por la Red Clamor y el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) con el apoyo de la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur, puso de manifiesto “los retos y los riesgos a los que se exponen las personas refugiadas y migrantes que salen de Venezuela” e instó a promover la protección y el desarrollo integral de los migrantes en las comunidades de acogida.
“Superemos la barrera de la indiferencia, creemos conciencia sobre el valioso aporte que las personas refugiadas y migrantes venezolanas hacen al país que las acoge”, destacó el arzobispo Gustavo Rodríguez, presidente de la Red Clamor, en una nota de prensa publicada por Acnur.
El estudio recomienda a las organizaciones de la iglesia católica «que atienden a personas en movilidad humana», a que tengan una mayor correlación con los organismos de las Naciones Unidas y otras instancias nacionales e internacionales, a fin de promover con mayor efectividad la ayuda a los migrantes.
“La xenofobia y la discriminación” afloran como los mayores obstáculos en el acceso a derechos e integración social de quienes han dejado Venezuela, a raíz de la crisis humanitaria que vive el país, insiste la agencia de la ONU.
Según datos de Acnur, cerca de 4,7 millones de venezolanos han abandonado el país. “Las personas continúan saliendo de Venezuela para huir de la violencia, la inseguridad y las amenazas, así como la falta de alimentos, medicinas y servicios esenciales”, señala la entidad mundial.