Las fallas en el servicio de agua y la necesidad de saciar la sed lleva a los habitantes de Santa Eduvigis, incluyendo niños, a meterse en un tanque que mide cerca de 12 metros, con el riesgo de ahogarse o caer desde las alturas.
«Hidrocapital tiene más de dos años que no abastece el tanque. Algunos vecinos como pueden, extraen con tobos amarrados a cuerdas, otros se introducen sin medir las consecuencias que esto puede generar», denunció Claridad Pérez.
Solicitó al gobernador José Alejandro Terán y al alcalde José Manuel Suárez priorizar el tema del agua en la región porque la necesidad está llevando a la gente a situaciones extremas, con tal de conseguir unos bidones.
«Esperamos que nos tomen en cuenta con el servicio, ya basta de que nos tengan como camellos», dijo Pérez./JAM/jd
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