Doriana León.- “Un cariñito” es necesario en el ambulatorio Víctor Perdomo Pérez de Mare Abajo. Paredes agrietadas y techos con filtraciones son la constante en el centro de salud que brinda atención primaria a los pobladores y nuevos vecinos de los conjuntos residenciales construidos a través de la Misión Vivienda Venezuela.
El ambulatorio, dependiente de la Secretaría Sectorial de Salud de la Gobernación, muestra huellas de falta de mantenimiento. Las lámparas de la entrada del centro están dañadas y algunas a punto de caerse. Las rejas están oxidadas y corroídas por el salitre, pues el centro se encuentra a pocos metros del mar.
En el interior la condición es la misma. Paredes dañadas y techos a punto de colapsar, producto de las filtraciones. No tienen médico desde hace un año y el servicio de odontología quedó paralizado por falta de especialista.
“Aquí no hay nada, uno necesita atención después de la una de la tarde y el ambulatorio está cerrado. Casi nunca mandan medicinas y la única enfermera que mantiene abierto el centro, hace magia para atender a los pacientes que acuden a nebulizarse, medirse la tensión o vacunarse. Exigimos que nos arreglen el ambulatorio, pues cada día somos más residentes en la zona”, declaró Gladisbell Martínez.
Abundan las enfermedades por contaminación
Aura Ramírez, declaró que el dengue, las infecciones respiratorias y la escabiosis, son las enfermedades que más afectan a los vecinos de Mare Abajo. “Aquí tenemos las canaletas con aguas empozadas y putrefactas. El agua potable llega cada tres meses y nos surten de vez en cuando con cisternas”, dijo al tiempo que llamó a las autoridades sanitarias para que realicen operativos de fumigación en la zona./ep